ABONADO

13.07.2015 00:00

    El abono orgánico proviene del estiércol que aporta materia orgánica, de restos vegetales y de excrementos de animales. Para nuestro huerto empleamos gallinaza, palomina y estiércol de oveja.

    En primer lugar, visitamos una finca y recogimos estiércol de oveja. Este residuo ganadero es muy bueno, ya que es rico en nitrógeno, muy importante para el crecimiento de las plantas. Una vez en el huerto, lo esparcimos alrededor de las plantas y lo tapamos con tierra.

    Para complementar con otros abonos, posteriormente, una finca se ofreció para el aporte de gallinaza (excrementos de gallinas) y de palomina (excremento de palomas). Estos tipos de abonos son muy fuertes como para aportarlos directamente a la tierra, por lo que habría que dejarlos que se compostaran bien durante cierto tiempo o hacer con ellos purín (filtrado más disuelto). Optamos por esto último. Para la mezcla necesitamos un bidón, gallinaza o palomina y agua. La proporción que utilizamos fue 1/3 de gallinaza o palomina y el resto de agua. Mezclamos bien todo, lo tapamos y lo dejamos fermentar durante 10 días aproximadamente. Pasado este tiempo, filtramos, diluimos y lo envasamos en botellas de plástico. De esta manera, se nos daba mejor distribuirlo alrededor de las plantas.

    Y así es como hemos llevado a cabo nuestro proceso de abonado, contribuyendo con esto, a mejorar la fertilidad de nuestro suelo y obtener productos saludables y de buenísima calidad.